Azcona hace balance

48 horas después de hallar el éxito con Antonio Pedrero en la Vuelta a Navarra, Manolo Azcona, director general del equipo Lizarte, hace cómputo de la ronda foral y de la primera mitad de la campaña ’14 del cuadro rosa: «Teníamos  equipo y sabíamos que podíamos pelear por la victoria y al final se ha conseguido pese a la incertidumbre en la última etapa, en la que hubo momentos que vimos la general perdida pero gracias sobre todo a Márquez y al líder Pedrero pudimos recomponernos. Antonio ha hecho una carrera de auténtico diez; el primer día estando atento al grupo que se fue por delante y luego poniéndolo patas arriba en los puertos atacando una y otra vez, y el segundo arrancando en solitario para alcanzar a los escapados, algo que me parecía imposible. Antes de la primera etapa ya les dije a todos que como en la mayoría de vueltas tan concentradas la clave era ganar en Villatuerta, porque en la segunda la gente se marca mucho más y es difícil picar aunque sea un segundo».

 

«Tengo claro que el papel de Márquez subiendo con los favoritos Gorostieta fue esencial, si no llega a estar Rafa ahí durante 15-20 kilómetros manteniendo la diferencia con la fuga la vuelta se nos escapa. Y ya en el sprint tenía miedo porque Pedrero había gastado mucho y en el repecho tenía que llegar pegado a Kaczmarek, como así fue. Navarra siempre es la vuelta más especial para nosotros pero este año había más motivaciones: el homenaje a Oreja y el patrocinio de nuestra casa, Lizarte, del maillot amarillo. Llevo muchos años en esto y aunque ahora son sólo dos etapas siguen siendo dos jornadas muy largas, de gran dureza y con una participación de muchos de los mejores equipos del panorama nacional. Por esto sé que ganar Navarra es algo complicadísimo y muestra de ello es que otros años hemos tenido grandes corredores que han vencido otras vueltas pero salvo en 2003 con Segú nunca habíamos podido llevarnos la carrera. Ha sido una alegría inmensa tanto para mí personalmente como para todo el equipo; hicimos una cena el sábado con los ciclistas y todos estaban en una nube, súper contentos».

 

«Con Navarra cerramos la primera parte de la temporada con un balance más que satisfactorio. Once victorias a estas alturas de la temporada era algo que no podíamos preveer. Quizá Soler sí que se podía pensar que fuera a ganar alguna carrera por esa arrancada tan potente que tiene, pero los demás no son gente rápida ni con mucha facilidad para ganar: Arcas nunca había levantado los brazos, un ‘juvenil’ como Carretero ganando a los élite… el gran nivel medio es nuestra mejor arma y la mejor noticia es que nuestros élites parece que también empiezan a dar el máximo. La idea ahora en junio es hacerlo lo mejor posible en las muchas pruebas de un día que tenemos y correr el Nacional de Ponferrada, que somos conscientes de que este año es otra historia al ser frente a profesionales y con un kilometraje al que no estamos acostumbrados».