El trepador escala a profesionales

 

El ciclista colombiano Nicolás Sáenz saltará a profesionales la próxima temporada con Manzana Postobón, conjunto del país cafetero encuadrado en la categoría Profesional Continental, segunda división del ciclismo mundial desde la cual disputó la Vuelta a España en 2017. Se trata del tercer ciclista del Equipo Lizarte que se gradúa esta temporada tras Antonio Soto, que pasa con la Fundación Euskadi, y Urko Berrade, nuevo corredor de Euskadi – Murias.

 

Nicolás Sáenz (1997, Bogotá) llegó esta temporada al Equipo Lizarte desde las filas de Eiser – Hirumet, conjunto sub23 de la Sociedad Ciclista Punta Galea guechotarra con la cual ya había competido como juvenil. Con un chasis de 51 kilos que le definía como trepador, pronto demostró una solvencia cuesta arriba que le llevó en ser alineado en el Giro d’Italia U23 y el Giro della Valle d’Aosta, las dos rondas por etapas montañosas más importantes del calendario del conjunto navarro. Respondió en ambas con sendos top15 (13º en una, 14º en otra) que le revelaron como un fondista de apreciable regularidad. En carreteras españolas completó un podio de gran nivel en la Vuelta a León (3º) y sacrificó sus opciones de victoria por Íñigo Elosegui en la carrera de Urduliz (3º). Estos y otros muchos méritos le hacen merecedor de una oportunidad que analizamos en la siguiente entrevista.

 

 

¿Cómo se gestó tu paso a profesionales con Manzana Postobón?
Llegó gracias a Juanjo Oroz, director del Equipo Lizarte. Él habló con los directores del equipo para ponerles sobre mi pista. Nada más terminar la temporada se pusieron en contacto conmigo para conocerme personalmente y pedir datos de mi rendimiento. Poco después, confirmaron mi fichaje.

 

¿Qué esperas aportar a Manzana Postobón?
Quiero rendir bien desde el principio y transmitir todo lo que aprendí estos años en España a mis compañeros, así como aprender lo máximo posible de ellos y de la filosofía del equipo. De momento no sé mi calendario y mis objetivos, aunque sí que la idea del equipo es disputar el calendario colombiano y pasar unos meses compitiendo en Europa.

 

Para quien no te conozca: ¿qué tipo de corredor eres?
Soy un escalador puro. Se me da muy bien colocarme en el pelotón y trabajo en equipo. Mi punto débil ahora mismo es la contrarreloj, como se vio en esa última crono del Giro en la que perdí mi puesto entre los diez primeros de la general.

 

Hablando del Giro: esta temporada has acabano entre los 15 primeros en dos de las vueltas sub23 más importantes del mundo.
Ha sido una gran alegría poder comprobar que progreso cada año, que mi cuerpo recupera bien los esfuerzos y que a la larga puedo ser un buen especialista en carreras por etapas.

 

¿Qué has aprendido este año en el Equipo Lizarte?
Bastante. Ha sido una experiencia enriquecedora, sobre todo porque he interiorizado el valor que tiene trabajar en equipo: solo es imposible ganar, pero bien acompañado todo es más fácil. También he aprendido mucho sobre aspectos fuera de la carretera, como la alimentación o el descanso.

 

¿Cuál es el mejor momento de tu vida vestido de ‘rosa’?
La primera llegada en alto del Giro d’Italia U23. Me vi con los mejores del mundo y sentí un auténtico chute de confianza en mis posibilidades.

 

Antes de venir aquí, pasaste dos épocas en los equipos de la Sociedad Deportiva Punta Galea.
Me gustaría manifestar mi agradecimiento total a este club ciclista. Ellos fueron quienes apostaron por mí desde el principio, cuando sólo era un juvenil: siempre me apoyaron y a día de hoy me siguen apoyando. También estoy agradecido a todos los compañeros y técnicos del Equipo Lizarte por todo lo vivido en esta temporada 2018.