Cómo me fichó Movistar Team
Iñigo Elosegui nos cuenta su evolución en las dos temporadas que ha crecido en el Equipo Lizarte
Este miércoles 7 de agosto, Movistar Team ha anunciado oficialmente el fichaje de Iñigo Elosegui. Se trata de un ciclista que llegó a nuestras filas en 2018 y junto al cual hemos crecido durante dos temporadas. Hubo momentos de todo tipo: en sus primeros meses con nosotros, Elosegui simplemente no se encontraba y encadenaba actuaciones insatisfactorias. La experiencia del Giro d’Italia U23 le cambió por completo. De los Dolomitas salió convertido en el León de Zierbena. Y rugió en el Campeonato de España sub23 disputado en Alicante.
A partir de ahí, el portentoso ciclista vasco nos regaló una y mil exhibiciones. Demostraciones de cualidades físicas (fuerza, fondo, resistencia, recuperación) y también intangibles (inteligencia, actitud, carácter, sufrimiento). Otras tres victorias en 2018, excelentes labores de equipo en pruebas como la Aiztondo Klasikoa, prestaciones rebosantes de compromiso con su evolución como el Tour de Bretagne, y el broche de oro de conseguir la primera victoria de siempre de la Asociación Deportiva Galibier en el Memorial Valenciaga.
Iñigo Elosegui deja un recuerdo imborrable en el Equipo Lizarte. Su salto al UCI World Tour es la culminación de nuestra labor de formación y nos enorgullece sentirnos partícipes de su crecimiento. Para contar su marcha, nos apetecía explicar su historia en primera persona, lo más pura posible. En versión Ciclismo Real.
El interés de Movistar Team por mí viene del año pasado. Sabía que mis representantes estaban en contacto con Eusebio Unzué; que les preguntaba por mí y que ellos le iban informando. A partir de mi victoria en el Campeonato de España sub23, el contacto se intensificó más hasta que, a finales de año, nos conocimos personalmente y apalabramos cómo iba a ser mi fichaje.
Saber que mi futuro estaba arreglado con Movistar Team no me afectó demasiado durante esta temporada. Mi objetivo principal nunca fue ganar carreras ni el lucimiento personal, sino ofrecer el máximo rendimiento posible. Quería entrenar bien, correr bien, ayudar al equipo en lo máximo. Sin embargo, yo no iba pensando en mi futuro cuando tiraba en Aiztondo. En competición esto ni se me pasaba por la cabeza. Iba al límite, cumpliendo la estrategia y las órdenes del equipo. El director me decía por el pinganillo que tirara, o mis compañeros me lo pedían, y me ponía a la tarea sin más. El ciclismo es un deporte de equipo, y es precisamente por estas cosas.
Aunque mi fichaje estaba apalabrado desde finales de 2018, como desveló Manolo Azcona, no he firmado con Movistar Team hasta este año. A principios de temporada rubriqué un precontrato. Luego recibí el contrato definitivo por correo electrónico y, entre Vuelta a Navarra y Giro d’Italia U23, quedé con Eusebio Unzué para entregarle mi copia firmada y llevarme la suya.
Después de dos años en el Equipo Lizarte, soy un corredor totalmente diferente. Sé leer mejor las carreras, sé correr mejor y soy, en general, mejor ciclista. Juanjo Oroz comunica muy bien y sabe dirigir los grupos; nos aporta en todos los aspectos, incluido el psicológico. En mi caso, he aprendido a relativizar y conceder la importancia debida a cada cosa, lo cual me permite gestionar mejor mi día a día como ciclista. Esto es muy importante. Todos los ciclistas entrenamos, todos nos cuidamos; hacerlo con una mentalidad positiva marca la diferencia. Creo que el Equipo Lizarte se distingue de los demás equipos en eso.
El Giro d’Italia U23 2018 fue una experiencia brutal, de las que más he disfrutado en mi vida. Todo era nuevo y teníamos la ilusión de unos niños pequeños. Veíamos notas positivas y emocionantes en todo: en la calidad de la comida, en los hoteles buenos junto a la playa, en los hoteles modestos en plena montaña, en los paisajes… Me sentía feliz por el mero hecho de poder hablar en inglés dentro del pelotón y relacionarme con un montón de ciclistas extranjeros. Sentía que mis días tenían sentido. Me sentía profesional.
En lo deportivo, el Giro d’Italia U23 para mí fue un punto de inflexión. Llegué fastidiado por una caída que sufrí en la carrera de Beasain, que me tuvo una semana sin entrenar, y me sentí crecer con los días de competición. Ver que mi cuerpo mejoraba, que se daba la vuelta en lugar de hundirse, me reforzó. Sin embargo, lo que recordaré con más cariño serán anécdotas como el ascensor o el hotel de los vaqueros.
Podría decir 200 momentos inolvidables vividos con el Equipo Lizarte. Pero, pensándolo, no puedo decir otro que no sea el abrazo con Manolo Azcona en la meta del Memorial Valenciaga. Para el equipo era muy importante ganar esa carrera y conseguirlo fue muy emotivo. Ver la coraza de Manolo rota, su emoción a flor de piel, me conmovió. Cuando me abrazó por primera vez, me dijo: “Gracias, Gracias, Gracias”. Si encuentro la foto de cuando me recibió en meta, la enmarco.
De Movistar Team espero muchísimo. Es uno de los mejores equipos del mundo y correr con ellos es un sueño hecho realidad y que ojalá dure mucho. Espero el cielo: ya veremos si llego hasta la luna o me quedo en las nubes, pero trabajaré aspirando a lo máximo. Tengo paciencia y muchas ganas de vivir todo lo que viene. Me encantaría participar algún día en el Tour de Francia; también en la Itzulia, ante toda la gente de casa; y… no sé… Soy tan friki del ciclismo que todas las carreras me parecen interesantes por una razón u otra.