La primera concentración de cualquier equipo deportivo suele llevar aparejada una dosis de ilusión. Los depósitos de energía están repletos. La temporada anterior está ya asimilada, y la nueva se antoja un caladero de oportunidades dispuestas a ser pescadas.
La primera concentración de la Asociación Deportiva Galibier de cara a 2020, celebrada entre el jueves 14 y el sábado 16 de noviembre en el Andia Hotel, fue en esta línea. No obstante, en este caso particular, la familia ha crecido y, con ello, nuestra fuerza. Gracias a Kern Pharma y Lizarte, a todos nuestros patrocinadores y a todo el trabajo sumado a lo largo de años ya no somos un equipo, sino dos. Tenemos licencia para soñar.
Para los ciclistas del Equipo Lizarte, ésta fue su primera toma de contacto. Los del Equipo Kern Pharma, en cambio, ya habían podido convivir por primera vez con ocasión de la capea fin de temporada de nuestro conjunto rosa. Hechas las presentaciones, al grupo de profesionales y el cuerpo técnico que le apoya le tocó desarrollar otro tipo de actividades destinadas a fortalecer las relaciones. Porque desde fuera puede no apreciarse pero son ellas, las relaciones, la esencia y secreto de cualquier equipo.
En el ‘escape room’ del jueves por la tarde trabajamos juntos de forma muy diferente a como lo haremos durante la temporada. Nuestros roles no estaban marcados por nuestros cargos, sino por nuestra personalidad. Las carreras de ‘karts’ del viernes nos hicieron competir de otro modo, con unos demostrando habilidad para conducir y otros potencial para ser kamikazes. Las mañanas de viernes y sábado las dedicamos a practicar deporte, trotando y haciendo ‘burpees’ como nunca lo haremos el resto del año, y poniendo a prueba además nuestra fuerza de voluntad para madrugar y correr bajo la lluvia.
Todo lo hicimos riéndonos. Es fácil tener buen rollo cuando se viene de compartir varios años felices; al fin y al cabo, casi todos los miembros del Equipo Kern Pharma hemos crecido juntos en el Equipo Lizarte. Sin embargo, fue muy importante ver a los nuevos entrar en dinámica y contagiarse de nuestro Carácter Lizarte.
También hubo espacio para menesteres menos lúdicos. El viernes por la mañana, en particular, lo dedicamos a charlas individuales de los ciclistas con masajistas, nutricionistas, mecánicos y directores: pequeñas conversaciones para conocer nuestras necesidades y particularidades desde el punto de vista profesional. También grabamos vídeos que iréis viendo aparecer en redes sociales a lo largo de la temporada y recibimos a algunos medios de comunicación que quisieron visitarnos en el Andia Hotel, nuestra casa de Orkoien.
Mientras tanto, los chicos del Equipo Lizarte se pusieron las botas para hacer senderismo subiendo el cerro de San Cristóbal. Les llovió pero, pese al agua, regresaron contentos para pasar una tarde bastante intensa de reuniones con los técnicos. La primera sesión, destinada a dar la bienvenida y plantear la temporada en líneas generales, fue enriquecedora. A la segunda se unió también el Equipo Kern Pharma. En ella, Juanjo Oroz explicó al detalle los valores que nos distinguen, nuestra forma de trabajar y nuestra razones para hacerlo.
El viernes por la noche, en la cena, la ilusión, la conversación y la risa se habían redoblado. Aunque quedan prácticamente tres meses para la primera competición de 2020, ya estamos dando los primeros pasos para que sea una gran temporada en la que todos crezcamos como deportistas y como personas.
