“Las ganas de los corredores nos animan a retomar la competición”
Jon Armendariz repasa el estado del Equipo Lizarte tres semanas antes de la anhelada vuelta a las carreras
Apenas faltan tres semanas para que -si los indicadores sanitarios lo permiten- el Equipo Lizarte retome la competición. Jon Armendariz, director deportivo de la escuadra Elite y sub23 de la Asociación Deportiva Galibier, está ultimando los detalles para las primeras citas de una temporada atípica. La Vuelta a Zamora (programada del 14 al 17 de julio) y el IX Trofeo Iturmendi (segunda manga del Torneo Euskaldun, fechada para el 16 del mismo mes) serán las primeras carreras en que las jóvenes promesas del campo amateur tengan el privilegio de colocarse el dorsal.
Pese a los momentos de dificultad vividos como sociedad, el deporte de la bicicleta vuelve a rodar. Los de Jon Armendariz retomarán la pelea por la Copa de España, en la cual es vigente líder de la versión individual con Jordi López y tercero por equipos, amén de los trofeos de la federación vasca (Torneo Euskaldun y Torneo Lehendakari) y vueltas para la categoría Elite y sub23. La Ronde de l’Isard, a mediados del mes de septiembre, será la gran novedad del calendario ‘rosa’ para este 2020.
Repasamos con el director pamplonés los principales asuntos que atañan a la escuadra sub23 antes de la vuelta a la competición.
Parece que, a pesar de todo, se va recobrando la normalidad y con ella se acerca el regreso de las competiciones ciclistas.
El momento que hemos vivido como sociedad ha sido muy difícil. Hemos rozado los mil muertos en los peores días y el deporte ha quedado relegado a un papel secundario. Personalmente, en algún momento vi complicado que volviésemos a correr este año, pero hay que reconocer y resaltar el esfuerzo que están haciendo las organizaciones para que esto no se pare. Tenemos mucho que agradecerles.
¿Cómo va a afrontar el equipo la vuelta a la competición?
Hemos estado mucho tiempo dándole vueltas a cómo reencontrarnos todos los corredores y cuerpo técnico antes de las primeras carreras. La decisión final ha sido no hacer una concentración como tal antes de retomar la actividad. Creemos que, para evitar riesgos, lo mejor es que, tanto el bloque que correrá en Vuelta a Zamora, como el que participará en el Trofeo Iturmendi, vengan a Pamplona un par de días antes de competir. Así tendremos tiempo de volver a estar juntos y realizar algunos asuntos que tenemos pendientes, como probar las bicicletas de contrarreloj de Giant. Tal y como están las cosas, tenemos que reducir riesgos lo máximo posible. Las competiciones son nuestro sustento y ahí tenemos que estar, pero las concentraciones, en este contexto y más en el mundo amateur, pasan a un segundo plano.
¿Cómo ves a los corredores tras estos tres meses atípicos?
Están muy bien. Es una de las cosas que nos han llevado a querer retomar la competición lo antes posible. Han sabido tener paciencia. Todos nuestros ciclistas, junto a Higinio Fernández y Iosune Murillo (preparadores del equipo), han hecho un trabajo muy duro para encontrarse en este momento en muy buena condición. Psicológicamente lo que más noto en ellos son las ganas de competir. Si aguanta el calendario, como así parece que va a ser, vamos a tener un verano y parte de otoño lleno de competiciones en las que podremos seguir mejorando.
Más allá de la Vuelta a Zamora, el calendario de vueltas está más que nutrido, con la novedad de la Ronde de l’Isard.
Así es. Si todo va bién, en septiembre tenemos un mes cargado de carreras de varios días. Las vueltas de Cantabria, Salamanca, Valencia, Galicia, Palencia y, como dices, la incursión en Francia en la Ronde d’Isard, una vuelta de mucho nivel que se disputa en los Pirineos Orientales, por lo que la exigencia de los recorridos va a ser considerable. Subiremos puertos míticos como el Port de Balés o Ax Trois Domaines. Es una carrera UCI 2.2U que nos permitirá medirnos con los principales equipos europeos de la categoría amateur e incluso de la Continental.
A partir de agosto la Copa de España volverá al calendario del conjunto rosa, con Jordi López como líder de la competición.
Jordi López está muy bien de forma y tiene marcado como objetivo la Copa de España que se reanudará el 9 de agosto en Valladolid. Aunque este año se vaya a alargar la competición hasta el 18 de octubre, es un objetivo muy bonito para nosotros prolongar la buena racha de dos dobletes en la clasificación individual [victoria de Antonio Soto en 2018 y Roger Adrià en 2019] y por equipos. Es muy importante estar en esa lucha y tenemos que dar la importancia que merece al hecho de que, un año más, estemos disputando la Copa de España.
¿De qué manera ha cambiado el rol del director deportivo durante el confinamiento?
Ha sido muy importante empatizar con ellos. Ponerse en la piel del corredor es fundamental, especialmente en situaciones complicadas y anómalas como la que hemos vivido. Cuando te metes en la cabeza de cualquier corredor, sea cual sea su etapa de crecimiento, entiendes que para ellos ha sido complicado.
¿Puede afectar esta situación al progreso de los corredores?
Los ciclistas se adaptan a las categorías y crecen compitiendo. Entrenando se progresa, pero es midiéndote con los demás cuando adquieres el ritmo de competición, te exprimes al cien por cien y puedes dar saltos de calidad. A los más jóvenes habrá que darles tiempo y confianza. Ha sido un año raro. Estoy seguro que los ciclistas con talento, cualidades y determinación van a salir adelante a pesar de todo y se van a sentir en octubre mejores corredores de lo que eran en febrero.