El Mundial, última meta de Soler como sub-23

Aunque sus coéquipiers del equipo Lizarte finalizaron la temporada el domingo, a Marc Soler todavía le queda una importantísima última parada en su calendario. El pupilo de Azcona viaja mañana miércoles hacia Ponferrada para disputar el viernes por la tarde (13.00h) el Mundial de fondo en carretera sub-23. Soler tomará seis años después el relevo de Andrey Amador, último lizarte en participar en un Mundial, el de contrarreloj de Varese 2008. El catalán será uno de los cinco integrantes del combinado español en la cita con el arco-iris espoirs, sobre 182 kilómetros en diez vueltas a un trazado con dos subidas que hace entrever una carrera abierta. 

 

Soler tuvo sensaciones encontradas en el Tour del Porvenir, su primer envite en la montaña con las más firmes promesas del circuito internacional: «Los primeros días me llevé un pequeño chasco. Había entrenado mucho y pensé que me iría mejor allí, pero era la primera vuelta que hacía de tantos días y a ese nivel… al final pude probarlo en dos etapas y quedé algo más satisfecho». De la ronda francesa, el joven barcelonés se desplazó directamente a Sierra Nevada (Granada) para concentrarse con la Federación Española: «Estuvimos dos semanas, haciendo tiradas bastante largas y a un ritmo alto, que unidas a estar en altura me dejaron bastante cansado, aunque en Oñati y Zaldibia me vi con muy buenas piernas».

 

«El circuito lo conozco del Nacional y pienso que con el paso de las vueltas se hará duro», prosigue Soler. «En la última subida se puede hacer una buena selección pero en el Porvenir observé que la gente no tan escaladora se agarra bien y es difícil soltarla, por lo que quizá llegue un grupito de viente o treinta. Espero que al menos dos o tres de la selección española podamos estar ahí». El de Vilanova afrontó sus dos últimas carreras con el maillot de Lizarte antes de engrosar las filas de Movistar Team con un ojo en el desafío mundialista: «En Ponferrada van a ser 182 kilómetros, una distancia a la que no estamos habituados a competir. Por eso en las dos pruebas que corrí este fin de semana, las dos alrededor de 100 km, intenté estar en las fugas y atacar continuamente para que me diera el viento, porque si vas a rueda en recorridos tan cortos parece que no haces una buena puesta a punto. Me encontré muy bien y creo que llego a tope al Mundial».