C.Pérez: «Ganar la Copa de España con el Equipo Finisher supone una satisfacción inmensa»
El murciano se impuso en la clasificación general de la competición por excelencia en élite y sub-23
El pasado 19 de mayo César Pérez y el Equipo Finisher se alzaron con la victoria en la clasificación general de la Copa de España. El murciano analiza en esta entrevista de manera detallada cómo vivió todo el proceso hasta proclamarse campeón, un camino arduo y exigente donde tanto él como el resto de la plantilla rozaron la excelencia.
Han pasado unas semanas desde la consecución de la Copa de España, ¿has asimilado ya tu triunfo?
Han sido días de estar en casa con mi familia para ir asimilando todo. Si ahora tengo que hacer balance diría que estoy muy contento, la Copa de España se puso como un objetivo antes de arrancar la temporada con todo lo que implica. Se trata de una competición donde tienes que ser muy completo e intentar puntuar al máximo durante todas las pruebas. Un gran sacrificio tanto para mí como para mis compañeros, que han dado un nivel muy alto.
Empecemos desde el principio con la primera prueba de la Copa en Don Benito, donde consigues ser segundo Con este resultado, ¿se disiparon las dudas que pudieras tener antes de arrancar la competición?
Desde el principio planteé la Copa como el objetivo número uno de la temporada. Sabía que tenía que empezar muy fuerte y el Circuito del Guadiana era una de las pruebas marcadas en rojo a pesar de no ser propicia a mis características. El equipo realizó un trabajo increíble y pude finalizar en el podio. Ha sido una de las carreras en las que he acabado con mayor satisfacción, sabiendo que tanto mis compañeros como yo íbamos a poder pelear la clasificación general en cualquier terreno.
Segunda parada en la Aiztondo Klasika, una prueba donde demuestras tu poderío ganando en solitario. ¿Qué se te pasó por la cabeza en esos últimos 200 metros?
Aiztondo Klasika fue mi prueba favorita de la Copa. Ya el año pasado me quedé cerca de la victoria y sabía que si jugaba bien mis cartas tendría oportunidad de ganar. Lancé un ataque en la última subida y no me pudieron dar caza. Siempre recordaré esos últimos metros con mi padre dándome la mano antes de cruzar la meta, se me pone la piel de gallina. Fue un momento muy especial que me sirvió para poner en valor todo el trabajo realizado en pretemporada.
Una de las características de la Copa con su sistema de puntuación es que en muchas ocasiones los corredores de la general corren una carrera paralela. Te viste por primera vez en esta situación en el Trofeo Guerrita. ¿Cómo se gestionan este tipo de días?
Sabía que ese momento llegaría y estuve preparado para ello. Corriendo en casa tenía la motivación de volver a estar delante y no son situaciones fáciles de gestionar. Ese día Lajarín pudo meterse en el corte ganador y pelear por la victoria mientras yo vigilé a mis rivales más cercanos en la general. A día de hoy me doy cuenta de lo importante que es tomar la decisión correcta en este tipo de pruebas.
Cuando mejores sensaciones transmitías llega el GP Primavera de Ontur, ¿un golpe difícil de encajar?
Nadie dijo que fuera a ser fácil y Ontur fue prueba de ello. En el momento clave sufrí un pinchazo y un grupo numeroso se fue por delante. Lo recuerdo como un momento muy estresante, pero el equipo no tiró la toalla y conseguimos sumar varios puntos que a la postre fueron muy importantes.
En Torredonjimeno te vimos sufrir por primera vez cediendo del grupo de favoritos. Tus compañeros se descolgaron y realizaron un gran trabajo en tu favor. ¿Recuerdas qué les dijiste al llegar a meta?
Llevábamos una Copa donde sentía que las fuerzas no me habían fallado en ningún momento y en uno de los puertos tuve un desfallecimiento. Unai Ramos y Raúl Martín demostraron un gran compañerismo en una prueba donde podían haber peleado por el triunfo. Ambos se descolgaron y me ayudaron a salvar los muebles, finalizando en el top-10. Recuerdo darles un abrazo tremendo a los dos, sin su apoyo probablemente habría perdido el liderato. Es una carrera que a día de hoy la sigo teniendo muy marcada en la memoria.
Después de este complicado tramo de Copa llegaron dos segundos puestos en la Santikutz Klasika y el Memorial Pascual Momparler. ¿Cómo se vive esa dualidad de estar satisfecho por sumar tantos puntos en la general y a la vez quedarse tan cerca de la victoria?
Fueron dos pruebas muy exigentes, en Santikutz perdí el liderato, pero ni mucho menos me quedé con mal sabor de boca. Me sentía muy fuerte y llegar al Memorial Pascual Momparler sin esa presión extra me ayudó a buscar mis opciones en la carrera. Llegué a línea de meta jugándome la victoria y la adrenalina del momento me hizo levantar los brazos antes de tiempo, un error que nunca me volverá a pasar. Si lo analizas con perspectiva es para estar contento, recuperé el liderato y además conseguí un buen colchón de puntos de ventaja.
Llegó el Memorial Valenciaga, una cita de gran relevancia te acabaste llevando con una victoria agónica. ¿Sentiste este triunfo como un golpe casi definitivo en la clasificación general?
El Memorial Valenciaga siempre es especial, todos los corredores quieren ser protagonistas y no es una situación de carrera fácil de gestionar. De nuevo el equipo volvió a estar de diez y en Ixua realicé mi apuesta personal marchándome con otros dos corredores. En ese instante sabía que tenía que tirar con todo y en San Miguel eso me pasó factura momentáneamente. A partir de ese momento me vacié hasta dar caza a Martín en los últimos dos kilómetros. El sprint se lanzó desde muy lejos pero regulé los esfuerzos a la perfección para conseguir la victoria. Sabía que tenía que llegar a las dos pruebas finales con la clasificación general encarrilada y qué mejor escenario para hacerlo que en el Memorial Valenciaga.
Las Rutas Xacobeas y la Vigo Copa de España pusieron fin a la competición. A pesar de estar muy cerca del triunfo había que certificarlo. ¿Notaste una presión extra en estas pruebas?
Padrón lo recuerdo como un día de gran exigencia donde Unai Ramos, un día más, me ayudó en mis momentos de debilidad. Conseguí llegar a meta por delante de mis dos rivales en la pelea por la Copa, un resultado que fue un respiro para afrontar la salida en Vigo con mucha más tranquilidad. Recuerdo ese último día como una liberación, donde mis compañeros que tanto se habían sacrificado por mí pudieron disputar la victoria de etapa a la vez que yo sellé el triunfo en la clasificación general.
Después de meses de sufrimiento lograste alzarte con la Copa de España. ¿Qué balance general haces?
Creo que hay que poner en valor que ha sido una Copa de España con una puntuación muy alta, lo que demuestra que en casi todas las pruebas hemos estado peleando por los puestos de honor. A título personal supone una satisfacción inmensa y para el equipo, que no la ganaba desde 2021, también ha sido muy especial. No es viable ganar una competición de estas características sin unos compañeros que se sacrifiquen por ti y creo que toda la estructura del Equipo Finisher, corredores y staff, sienten este triunfo como suyo.
Por último, ¿a quién le dedicas esta victoria?
Se lo dedico a mis padres, que me han apoyado desde el primer día en los buenos y malos momentos. A mi pareja, otro pilar fundamental en mi vida y al equipo por su implicación y la confianza confianza depositada en mí.