“No ganar me hace ser más ambicioso”

 

La XXXI Oñati Proba del pasado sábado supuso el colofón del calendario amateur vasco y del Torneo Lehendakari, ‘challenge’ sub23 euskaldun. El catalán Kiko Galván figuró como primer clasificado en la general final del certamen por delante de Xavi Cañellas (Caja Rural – Seguros RGA) y Albert Muela (Grupo Eulen). No obstante, las reglas del Torneo son claras: sólo podrán optar al título de vencedor aquellos ciclistas que hayan participado en el 80% de las pruebas. Al perderse 4 de las 15 carreras, el ciclista del Equipo Lizarte quedó fuera de concurso, recayendo los honores en el también catalán Muela (EUL).

 

Sin embargo, esta circunstancia no resta un ápice de mérito al excelente rendimiento de Kiko Galván (1997, Lliça d’Amunt) a lo largo de toda la temporada. El ciclista barcelonés logró terminar entre los cuatro primeros en cinco pruebas del Torneo Lehendakari: 4º en el sprint de Urretxu, 4º en la llegada reducida de Amorebieta, 3º en el repecho de Muxika, 3º en la quebrada Elgoibar y 3º de nuevo en otra ‘volata’ reducida, Gernika. Una muestra de versatilidad y regularidad. A Galván, otro producto del Huesca La Magia del Club Ciclista Barbastro que lleva tres años madurando en el Equipo Lizarte, le queda un reto por superar: en esta temporada ha logrado acabar carreras tres veces segundo, cinco veces tercero, veinte en otros puestos del top10… ¡y todavía no ha estrenado su palmarés sub23! Este y otros temas son abordados a continuación en esta entrevista.

 

¿Qué significa para ti acabar como primer clasificado del Torneo Lehendakari?

Significa que he logrado mantener una buena línea durante todo el año. El Torneo Lehendakari empezó en marzo, con la Goierriko Itzulia, y ha acabado en septiembre, con la Oñati Proba. Haber estado ahí de principio a fin confirma que la preparación y la planificación han sido buenas.

 

¿Cómo ha sido la disputa del Torneo Lehendakari?

Sinceramente, siempre he hecho lo mismo: disputar cada carrera de forma individual. Mediado el año Juanjo Oroz me dijo que tenía opciones de acabar primero la general y, aunque tenía en mente la posibilidad, yo no cambié de actitud: seguí centrándome en ganar cada carrera, sin mirar a los rivales ni pensar en los puntos. La suma de todos esos esfuerzos a lo largo del año me ha otorgado este premio.

 

¿Cómo se consigue terminar 28 veces entre los 10 primeros en una sola temporada?

El principal factor es que todavía no sé qué tipo de ciclista soy: si sprinter, escalador, rodador… Busco dar lo mejor de mí mismo en cada terreno y soy muy competitivo. Gracias a eso estoy cerca de la victoria a menudo.

 

¿Qué te falta para la victoria?

Me falta ese puntito de confianza: siempre espero a que alguien ataque primero para después remachar. Si tuviera más confianza en mí mismo no tendría miedo de saltar y de arriesgar para ser el ganador aunque luego saliera mal y acabara el veinte. Sin querer, mi subconsciente se conforma con asegurar un puesto de honor. Quiero cambiar eso la próxima temporada.

 

¿Qué sabor de boca te deja haber estado tantas veces cerca de la victoria sin conseguirla?

No me frustra, sino que me motiva. Estar ahí en todas las carreras me ratifica que soy capaz de luchar por la victoria y que estoy cerca de conseguirla. Recuerdo el prólogo de Vuelta a Zamora, que fui segundo por centésimas: eso me dio hambre para el prólogo de Vuelta a León… ¡y volví a ser segundo por centésimas! Estoy deseando disputar más prólogos para limar esos detalles que me separan de la victoria. No ganar me hace tener mucho más hambre y ser más ambicioso.

 

Otro de tus hitos de la temporada ha sido la participación en varias pruebas internacionales con la selección española sub23.

Fue una experiencia genial porque me permitió comprobar que los sub23 de fuera no son tan superiores a nosotros: tienen un gran nivel, claro que sí, pero los amateurs españoles podemos estar a su altura. En la Gante-Wevelgem U23 podría haber hecho mejor puesto [acabó 19º], pero no me di cuenta de que llegábamos a meta hasta que vi la pancarta del último kilómetro. En el Tour de Flandes U23 me vi envuelto en una caída por la tensión y los nervios, pero estoy seguro de que podría haber estado delante también.

 

Aprovechamos para recordar que el próximo sábado celebraremos en el Hotel Andia un almuerzo con todos los amigos de la AD Galibier. ¡Estáis invitados a venir a pasar un gran día con nosotros!