Yunta, el deseado
Más de seis meses después de precipitarse por un puente cuando participaba en la Vuelta a los Pinares, Alberto Yunta vuelve a sentirse ciclista. El belmonteño apura la fase final de una larga rehabilitación para recuperar su tobillo izquierdo y cumplirá en 2013 su segunda temporada en el equipo Lizarte. Con la serenidad que otorga saber que todo va por buen camino, Yunta rememora los detalles de su accidente: «Recuerdo que el asfalto estaba algo húmedo, perdí el control de mi bicicleta y choqué contra el muro del puente. Lo siguiente que recuerdo es golpearme fuertemente contra el suelo. Me levanté aturdido y noté como mi tobillo izquierdo no tenía estabilidad, fue ahí cuando supe que me había roto algo. Hasta que llegó la ambulancia estuvo conmigo un motorista de carrera, al que agradezco que bajase pese a la dificultad para hacerlo».
«La doctora Isabel Guillén me operó con éxito el martes 22 de mayo en la Clínica Cemtro», prosigue el madrileño. «La rehabilitación se ha alargado unos cuatro meses, desde principios de julio cuando empecé a movilizar el tobillo y a hacer ejercicios para fortalecerlo hasta ahora, que acudo dos días por semana al fisioterapeuta para completar la recuperación». El estado actual de su tobillo es «casi perfecto, he recuperado totalmente la movilidad, apenas tengo inflamación y la musculatura de las dos piernas vuelve a estar casi igualada. El primer día que salí a la carretera, hace unas semanas, estaba nervioso pero me encontré muy a gusto encima de la bici, como un niño que acaba de aprender a montar sin ruedines. La única limitación que tengo es correr a pie y saltar, pero estoy trabajando en ello».
«Mis sensaciones actuales son bastante buenas, casi me atrevería a decir que son similares a las del año pasado a estas alturas. Tengo menos fuerza y fondo pero con paciencia llegaré en poco tiempo a la normalidad. Los objetivos que me marco a partir de ahora son volver al estado que tenía antes de la caída y poner todo de mi parte para dar el máximo». Finalmente, Yunta quiere «agradecer el apoyo y los ánimos recibidos durante estos seis meses, de mi familia, amigos, compañeros de equipo, mi entrenador Eladio y mis directores, en especial Manolo [Azcona] y Gorka [Beloki], quienes durante los primeros días hicieron todo lo posible para que me pudieran operar. Agradecer también los mensajes de apoyo por redes sociales, me han hecho más agradables estos meses».