Los Soldaditos
Hablamos con Juanjo Oroz sobre la mentalización del ciclista
Desde la perspectiva del observador, el ciclismo de competición puede parecer una cuestión de potencial físico. Que, sumando genética y preparación, el corredor llegará a su máximo rendimiento. Sin embargo, hay muchísimos otros factores que influyen en el desempeño y el resultado. En Ciclismo Real os hemos ofrecido pinceladas sobre la técnica, la táctica o la estrategia. Hoy nos toca hablar sobre la mentalización con Juanjo Oroz, ciclista profesional entre 2007 y 2014 y director deportivo del Equipo Lizarte desde 2015.
Las personas somos un todo. Cuerpo y mente funcionan juntos, nunca por separado. Si no están alineados, no hay nada que hacer.
La mentalización es uno de los factores que diferencia al ciclista que acaba 1º del 20º, y del 100º.
Dentro del equipo hablamos de “los soldaditos”. Cada persona tenemos un ejército de soldaditos en la mente, pongamos 100. Cada uno elige cómo los distribuye. En un momento clave de la temporada, debemos dedicar los 100 a crecer como ciclistas y como personas. Pero, lamentablemente, hay momentos de la vida en los que 60 soldaditos están en otras cosas, preocupados por otras cuestiones, y quedan solo 40 dedicados al rendimiento.
El ideal es conseguir que los soldaditos estén ocupados en lo que nosotros queremos ocuparlos. No queremos preocuparnos, sufriendo por algo que todavía no ha ocurrido, ni desocuparnos, ignorando lo que tenemos que hacer. Queremos que los soldaditos estén ocupados en nuestro objetivo de cada momento.
Yendo a la práctica. A muchos ciclistas les limita gastar demasiados soldaditos en preocuparse por cosas que están fuera de su control, o que todavía no han llegado. Entrenan pensando en si les fichará tal equipo profesional, si les llevarán o no a tal carrera, si le caen bien o no al director, si han dicho tal cosa en las redes sociales… Si, en una carrera, tenemos 5 soldaditos preocupados por el color de las zapatillas y 10 pendientes de la presión de las ruedas, sólo nos quedarán 85 para pedalear. Son pensamientos que restan energía. Y, por fortuna, las personas podemos elegir en qué pensamos. Elegir bien nuestros pensamientos nos ayuda a concentrar nuestra energía y conseguir mejor rendimiento.
¿Qué nos suele pasar, a todas las personas, en nuestra vida diaria? Que nos ocupamos de demasiadas cosas a la vez. Nos preocupamos mucho, y eso nos lleva a desocuparnos de lo que estamos haciendo y ocuparnos en algo distinto. Nuestros soldaditos están dispersos, y eso nos impide ofrecer nuestra mejor versión.
Todo es entrenable. La mentalización, también. ¿Cómo? Concentrándonos siempre en lo que estamos haciendo. Podemos decidir no detenernos en pensamientos que no tienen nada que ver con la situación que estamos viviendo. Si estoy escribiendo un Whatsapp, me concentro en él hasta terminarlo.
Un ejercicio que yo he practicado, y quizá suene marciano: pasear por la calle y concentrarme durante unos minutos en mí mismo, en mi cuerpo, en cómo me muevo. Es un reto enorme, porque implica no hacer caso a la gente que tienes alrededor, a los coches que pasan, a los sonidos, al teléfono… En este sentido, la meditación también fomenta el hábito de concentrarse.
La cuestión es convertir la concentración en un hábito natural. Conseguir que para nosotros sea normal enfocar nuestra energía en el momento presente y en la tarea que queremos realizar.
La capacidad de mentalizarse y emplear el 100% de la energía en un objetivo es una cualidad que comparten todos los grandes campeones que yo he conocido. En una contrarreloj, por ejemplo, tener el hábito de la concentración es una ventaja enorme. Es muy distinto estar concentrado en pedalear con todas tus fuerzas a distraerse pensando en si un rival nos mete 10 segundos o si serán 15…
De todos los corredores que han pasado por mis manos en el Equipo Lizarte, quien mejor hacía esto era Richard Carapaz. En el momento de competir, su determinación es máxima y sus actuaciones así lo demuestran. De los actuales corredores del equipo, destacaría a Roger Adrià por su instinto competitivo.
No debemos confundir la mentalización con la obsesión. El ciclismo vive un momento en el cual se ha construido una cultura del detalle y los datos que, en el 99% de los casos, está perjudicando a los corredores en su formación. Está claro que es necesario cuidar todos los aspectos del rendimiento deportivo, pero eso resulta insano si no abarca también el emocional. Es mucho más importante crear hábitos y actitudes que seguir la planificación al pie de la letra.