Íñigo Elosegui se incorpora al Equipo Lizarte
Una vez cerrado el capítulo de un 2017 exitoso tanto en resultados como en valores y en formación de ciclistas y personas, el Equipo Lizarte ha comenzado a concretar su plantilla para la temporada 2018. A falta de confirmar el número de bajas, se espera que al menos ocho corredores se unan al conjunto navarro de cara a la próxima temporada.
La primera de las incorporaciones es Íñigo Elosegui (1998, Zierbena). Se trata de un ciclista con pedigrí, tanto por la genética (su abuelo es el mítico José Antonio Momeñe, “el vizcaíno que pudo ganar el Tour”) como por sus excelentes resultados en categorías inferiores: ha sido campeón de España contrarreloj como cadete y coleccionista de doce triunfos como juvenil, entre los cuales destaca la Vuelta a Álava.
El prometedor ciclista vasco llega al Equipo Lizarte después de debutar en el campo amateur esta temporada la Fundación Euskadi, conjunto que salta este invierno a la categoría Continental UCI. “Ha sido un orgullo correr para una entidad con tanta historia. Le deseo la mejor de las suertes tanto al equipo como a sus componentes y les agradezco muchísimo todo lo que me han aportado”, asevera. Durante su primer año como sub23, Íñigo Elosegui fue un habitual en la selección española y capaz de clasificarse entre los diez primeros en el Trofeo Guerrita, segunda cita de la Copa de España, o en la Volta a Castelló, una de las principales rondas del calendario. En la otra cara de la moneda estuvieron los contratiempos físicos que le mermaron en la segunda parte de la campaña.
“Estoy muy contento e ilusionado de incorporarme al Equipo Lizarte”, cuenta Íñigo Elosegui. “Es sin duda el mejor paso que puedo dar en mi desarrollo como ciclista. Todas las referencias que tengo son buenísimas y me hablan de un entorno en el cual puedo crecer muchísimo, con un importante espíritu de equipo. Mi objetivo es integrarme en el equipo y ponerme a su servicio para lo que sea necesario”. El vizcaíno, que compagina la bicicleta con sus estudios de Administración y Dirección de Empresas, se define como un corredor “de fuerza” y expresa su predilección “por las carreras duras y con mucho desnivel acumulado”.