Por qué rodar juntos
Asier Ormazábal nos explica por qué es bueno ir agrupados dentro del pelotón
El pasado fin de semana debutamos en las pruebas de Zumaia y Don Benito. Aunque en ambas subimos al podio, y eso está muy bien, lo que más nos gustó fueron las imágenes que pudimos poner para ambientar la crónica de ambas carreras. En ellas, varios corredores de nuestro equipo aparecían juntos en cabeza del pelotón.
Este concepto es uno de los primeros que se enseña a los ciclistas cuando se incorporan al Equipo Lizarte: la importancia de rodar juntos, de estar cerca de los compañeros durante la carrera. ¿Por qué? Nos lo va a explicar Asier Ormazábal, uno de los veteranos de nuestra plantilla con cinco años de andadura vestido de ‘rosa’.
Lo primero que me gustaría decir es que esto es algo que he ido aprendiendo con la experiencia, particularmente dentro del Equipo Lizarte. En categorías inferiores cada ciclista va un poco a su bola; es en sub23 que los equipos empiezan a estar más organizados e ir bien rodeado es clave. Siempre es mejor ir junto a los compañeros que solo…
La primera razón para rodar juntos dentro del pelotón es sentirnos más seguros y arropados: saber que hay un compañero al lado para cualquier cosa que necesitemos.
La segunda, que nos ayuda a ir mejor colocados y a evitar las caídas, ya que cuanto más adelante estés dentro del pelotón menos probable es verse afectado por una caída.
La tercera razón es psicológica: ir agrupados impone a los rivales y les comunica que corremos todos a una.
La cuarta, pero no por ello menos importante, es mantenernos activos y concentrados durante toda la carrera.
El ciclista que lidera al grupo cuando progresa por el pelotón suele ser alguien habilidoso y con experiencia. Un error común es intentar progresar por el centro: eso obliga a colarse por huecos muy estrechos que a veces puedes aprovechar tú, pero no tus compañeros. Por eso es mejor progresar por el arcén: normalmente, los espacios están más abiertos por allí.
Según mi experiencia, rodar juntos es importante en todas las carreras. Te sirve para colocarte antes de los puertos, para reaccionar más fácil ante los movimientos de los rivales, para no comerte látigos en los pueblos… Pero, si tuviera que destacar un tipo de recorrido en particular donde rodar juntos es clave, diría las carreras con viento. En ellas, cualquier momento es bueno para poner la carrera patas arriba. Conviene estar atento, bien colocado y bien apoyado.
Recuerdo cómo nos ayudó ir juntos en la Vuelta a Navarra del año pasado. En la tercera etapa salíamos desde la sede de Lizarte para una etapa de repechos con tramos de ‘sterrato’. Tener un bloque fuerte para arropar a Antonio Soto antes de los momentos clave fue esencial para que consiguiera un gran resultado.
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